Rozeta Achan: Empoderando a las mujeres en el campo de refugiados de Kakuma

Rozeta Achan, de 25 años, llamó desde el campo de refugiados de Kakuma para hablar con unconnected.org.

Se podía escuchar mucho ruido de fondo mientras Rozeta estaba entre otras mujeres jóvenes en medio de una sesión centrada en los derechos de salud sexual y reproductiva.

Ella amablemente se tomó un descanso de su clase, lo que le ha permitido ser facilitadora de SHRT durante un año y medio, utilizando su conocimiento de sus sesiones de capacitación de martes a viernes para ir a la escuela primaria en Kakuma a enseñar.

Rozeta, que llegó como adolescente en 2017, es muy consciente de los desafíos que enfrentan las mujeres y las niñas en el campamento y, como tal, decidió empoderar a las mentes jóvenes con el conocimiento y las herramientas para tomar decisiones informadas sobre su bienestar.

“Decidí que necesitaba transformar mi comunidad”, afirma Rozeta. “Necesito que los jóvenes sepan sobre su salud y cómo cuidarse”.

Originaria del estado de Bahr el Ghazal Occidental, en Sudán del Sur, el viaje de Rozeta a Kakuma fue impulsado por el conflicto que azotó su tierra natal.

Los ecos de la guerra resonaron en sus recuerdos mientras los relata.

“La razón principal por la que dejé Sudán del Sur fue la guerra. En agosto de 2016 estalló una guerra y se produjo un conflicto intertribal, así que decidí venir a Kakuma.

“La situación era muy terrible, veías cadáveres por todos lados y escuchabas toda la noche gente muriendo, y además no había ninguna posibilidad de estudiar, incluso cuando ibas a la escuela veías gente armada por todos lados, así que eso hacía que la gente tuviera miedo y simplemente se quedara en casa.

“No había oportunidad de aprender y nuestras vidas estaban en peligro”.

Junto con su madre, su hermano gemelo y sus hermanos menores, Rozeta llegó a Nairobi a través de Uganda, antes de llegar a Kakuma. Un tío que estaba en Uganda recomendó Kakuma como el lugar más seguro.

Sin saber lo que encontrarían en el campo de refugiados, las oportunidades fueron decepcionantemente escasas para Rozeta cuando llegó.

“Cuando llegué aquí en 201, este lugar era como un bosque, no había nada, aún no había escuelas, teníamos que quedarnos en casa todo el día”, recuerda.

“Creo que para entonces ya habían construido una escuela primaria, pero para entonces ya estaba en la secundaria, así que tuve que quedarme en casa dos años”.

Sin embargo, la educación ha sido un salvavidas para Rozeta, quien se ha dedicado a sus estudios, lo que le ha permitido no solo terminar la preparatoria, sino también comenzar su licenciatura en Administración de Empresas a principios de este año. Sin dejarse intimidar por la falta de infraestructura educativa tradicional, Rozeta aprovechó las oportunidades que ofrece el aprendizaje en línea, gracias a la implementación del wifi de unconnected.org, mientras se familiariza con los fundamentos de los negocios.

Al explicar su decisión de estudiar negocios, habló sobre su trabajo soñado.

“Me gustaría dirigir un gran supermercado”, nos dijo. “Me encanta estar en los supermercados, siempre que voy admiro cómo están organizados. Al ser un supermercado, es un gran negocio que te permite obtener muchos beneficios”.

Sus actividades educativas recibieron un impulso transformador gracias a la intervención de organizaciones como KALOBEYEI INITIATIVE 4 BETTER LIFE, una organización comunitaria comprometida con la reducción de la brecha digital en las comunidades de refugiados. Con la instalación de infraestructura wifi en Kalobeyei, un asentamiento de refugiados relativamente nuevo, ubicado a las afueras del campo de refugiados de Kakuma, se ampliaron los horizontes del aprendizaje, ofreciendo a Rozeta y a sus compañeros acceso a un mundo de conocimiento que antes estaba fuera de su alcance.

Después de ver un anuncio de clases de informática, Rozeta se inscribió sin dudarlo, después de haber pasado años en el campamento sin acceso a una instalación para aprender informática.

“Al principio, fue un poco difícil para mí”, admite. “Pero después de seis meses, ya puedo manejar una computadora a la perfección”.

Rozeta comentó que en su clase del turno de tarde disponible en Kalobeyei, es una de las pocas chicas, pero ha recibido muchas influencias femeninas que la han impulsado tanto en la vida real como en la ficción. La joven de 25 años tiene muchas pasiones, desde el fútbol hasta la lectura.

Rozeta citó una de las novelas que ama llamada Blossoms of the Savanna, que presenta dos personajes femeninos llamados Taiyo y Resian.

“Estas dos damas son guerreras, son fuertes, son optimistas y son leales”.

También dentro de su propia familia existe un vínculo estrecho entre Rozeta y su madre de 62 años.

Al reconocer los desafíos que enfrenta como mujer joven para acceder a oportunidades de aprendizaje, Rozeta está motivada a superarlos para ser una influencia positiva en su hermana menor.

“Ella me ve como un modelo a seguir, porque estoy muy comprometida con mis estudios y soy una persona leal”.

“Mi consejo para las jóvenes que vienen aquí es que consideren Kakuma como su hogar y aprovechen las oportunidades que se les presenten aquí”, reflexiona.

“Dondequiera que vayas y puedas encontrar paz, podrás sentirte como en casa y las cosas cambiarán”.

Rozeta sigue firme en su búsqueda de un futuro mejor en un lugar donde pueda "vivir libremente sin ningún daño", y gracias a la importante conexión digital que tiene, está un paso más cerca de cumplir sus sueños, administrar un supermercado y tal vez algún día ir a Old Trafford para ver a su amado Manchester United en persona.

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