Estuve desconectado durante 24 horas… ¡Fue más desafiante de lo que pensaba!

24 horas…

Un día entero sin ninguna conexión digital.

Al principio, parecía casi imposible. Hoy en día, estamos conectados, revisando constantemente correos electrónicos, mensajes y redes sociales; siempre disponibles, en línea, las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Así que la idea de desconectar, aunque fuera por un día, me resultaba extraña, casi aterradora.

Me di cuenta de que el tiempo que pasaba frente a la pantalla estaba perdiendo el control y las horas que pasaba sin hacer nada muy productivo me llevaron a probar el desafío #unconnect24 de unconnected.org.

Cuando apagué mis dispositivos por primera vez, me invadió una sensación de inquietud y ansiedad, o "FOMO" (miedo a perderse algo). Las constantes notificaciones, mensajes, correos electrónicos, noticias y redes sociales me causaron una extraña sensación de aislamiento. Es curioso cómo nos hemos acostumbrado a sentirnos así, dependientes de las actualizaciones y notificaciones constantes.

Los días anteriores, me di cuenta de todo lo que hago en línea, desde recibir todo y enviar mensajes constantemente hasta organizar las cosas más sencillas. Sentí que me transportaba a los 80, aunque sin los cortes de pelo cutres ni los chándales.

A medida que pasaban las horas, noté un cambio. La ansiedad empezó a desvanecerse, reemplazada por una calma que me resultaba extraña pero familiar. Mi mente, que solía bullir con un sinfín de pensamientos, se sentía más clara. Era como si se hubiera silenciado un ruido de fondo constante. Como resultado, me sentí más creativa y, sin duda, más productiva.

Sin embargo, el día no estuvo exento de desafíos.

Primero, debemos recordar cuánto dependemos de la tecnología para las tareas cotidianas: consultar el tiempo, ir de compras y controlar el tiempo. Segundo, tuve que volver a los métodos tradicionales que requerían estructura y planificación. A veces era un inconveniente, pero fue un cambio refrescante respecto al tiempo constante frente a la pantalla.

Al transcurrir las 24 horas, inmediatamente mi correo electrónico, mis redes sociales, etc. La sorpresa fue que no me había perdido nada, así que la desintoxicación digital había sido una experiencia enriquecedora. Me di cuenta de lo importante que es desconectar de vez en cuando y disfrutar del silencio, la paz y las conexiones reales. Esto me hizo reevaluar mi relación con la tecnología y me prometí desconectarme conscientemente más a menudo.

Entonces,

  • Por desconectarnos,

  • Aquí se trata de experimentar la vida tal como es, no a través de una pantalla.

  • Estemos presentes y vivamos el momento.

  • Aquí vamos a estar 24 horas desconectados.

Es necesario corregir el hecho de que miles de millones de personas en el mundo no puedan simplemente despertar y acceder a la superautopista de la información. Internet es un regalo fantástico y brinda todas las comodidades para la vida, la educación y el crecimiento, pero debemos usarlo y respetarlo. Y para todos los que podemos buscarlo en Google, por favor, piensen en quienes no pueden. Animo encarecidamente a toda mi red a que lo prueben, despierten y disfruten de la experiencia.

Gracias

Paul Black, embajador de unconnected.org

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