Entendiendo a los excluidos
“No podemos cerrar la brecha digital si no podemos medirla. Y no podemos conectar a quienes no están conectados si no sabemos quiénes son, dónde viven y por qué permanecen desconectados; ni podemos medir el éxito de nuestras políticas para cerrar la brecha.”
Al hablar de estadísticas, es fácil distanciarse de los problemas que las sustentan; no identificar una cifra puede hacer que el problema parezca lejano. Aun así, es importante tener contexto e información más allá de nuestra comunidad, ciudad o país para comprender mejor la situación.
Las TIC y la tecnología pueden contribuir al Objetivo de Desarrollo Sostenible 10, Reducción de la desigualdad dentro y entre los países, pero para ello es fundamental conocer cómo está el mundo en términos de brecha digital para encontrar mejores soluciones.
Parece que la pandemia impulsó la tecnología y la conectividad digital en entornos laborales, escuelas y muchos sectores donde el teletrabajo aún no estaba en el horizonte. En algunos lugares donde la conectividad no es accesible para todos, en lugar de generar progreso, amplía la brecha.
Según el "Medición del desarrollo digital: Datos y cifras 2021" , el 63 % de la población mundial utiliza internet (4900 millones de personas), lo que significa que aún hay 2900 millones sin conexión, el 96 % de las cuales viven en países en desarrollo. Incluso dentro de un mismo país, si vives en zonas rurales, es más difícil acceder a internet; en África, casi el 30 % de la población rural no tiene acceso.
Para superar la brecha digital, es fundamental comprender que el lugar de nacimiento influye decisivamente en la desventaja de una persona respecto a sus oportunidades y posibilidades de futuro, especialmente en países de bajos ingresos. Esto no significa necesariamente que vaya a seguir siendo así. Sin embargo, es más probable tener cubiertas las necesidades básicas y acceder a una mejor educación, atención médica y oportunidades laborales si se nace en un país desarrollado.
Tener una conectividad significativa no solo implica conexiones a internet fijas, estables y de alta velocidad, sino que también requiere las habilidades necesarias para usar internet de forma que mejore la vida de las personas. Este conocimiento es crucial para cerrar la brecha y reducir las desigualdades.
Imagine a una mujer indígena que ya no puede vender su artesanía en el mercado local debido a la pandemia. Con acceso a internet, una computadora en el centro comunitario y la capacitación adecuada, puede abrir una cuenta bancaria y vender su artesanía en línea: una oportunidad que le cambiará la vida.
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Fuentes:
https://www.itu.int/en/ITU-D/Statistics/Documents/facts/FactsFigures2021.pdf
https://www.un.org/sostenibledevelopment/inequality/
https://www.un.org/sustainabledevelopment/wp-content/uploads/2018/01/10_Por-qué-Importa-2020.pdf